Caminando en la dimensión del poder sobrenatural de Dios

Base Bíblica: Mateo 14:22-33

Introducción:

Como cristianos podemos y debemos desarrollar intimidad con nuestro amado y poderoso Dios. Es un proceso en el que avanzamos a través de la oración. Jamás podemos olvidar que la oración es justamente nuestra fuente de poder. Hacerlo siempre, sin cesar (Cf. 1 Tesalonicenses 5:17), en el lugar secreto. Cuando Dios ocupa el primer lugar en nuestra existencia, nos asegura la victoria en todas las batallas cotidianas que libramos.

I.- El Señor Jesucristo se revela a quienes desarrollan intimidad con Él

1.- La fuente de nuestro poder es la oración (vv. 22, 23)

a.- Reviste suma importancia orar en el lugar secreto

b.- Desarrollar intimidad con Dios implica gozarnos en Él, sin que importe el tiempo

2. - Sin el Señor Jesucristo las tormentas se tornan gigantes (v. 24)

a.- Cristo siempre viene al encuentro (v. 24)

b.- Necesitamos desarrollar sensibilidad para reconocer la voz de Dios (v. 26)

II.- El Señor Jesucristo se revela a quienes anhelan Su presencia

1.- La Presencia del Señor Jesucristo se evidencia de tres maneras (v. 27):

a.- Nos anima

b.- Nos libera del temor

c.- Nos releva su poder

2.- Necesitamos vivir la experiencia de Cristo Jesús en nuestras vidas (v. 28)

a.- Reconocer a Jesucristo

b.- Ir a Jesucristo

c.- Confiar en el poder de Dios

III.- El Señor Jesucristo se revela a quienes confían y dependen de Él

1.- Dependiendo del Señor Jesucristo llegamos a nuevos niveles de fe (v. 29)

a.- Pedro confío que Cristo podía llevarlo a un nivel de fe

b.- Pedro caminó sobre las aguas en dirección al Señor Jesucristo

2.- Tenemos dos grandes enemigos: las circunstancias y el temor (v. 30)

3. - Sólo la fe nos asegura la victoria (v. 31)

a.- Confianza absoluta en Dios

b.- Aprender a caminar en fe

4.- Cuando el Señor Jesucristo entra en la barca de nuestra existencia, todo cambia (vv. 32, 33)

Conclusión:

Nuestro amado Señor Jesucristo se hace real en nuestras vidas. Se manifiesta con poder cuando le abrimos las puertas de nuestro corazón. Sin embargo, no podemos quedarnos únicamente en esa fase. Es necesario avanzar a la dimensión del poder sobrenatural de Dios, que podemos experimentar usted y yo cuando caminamos fielmente de Su poderosa mano.