¿Cuándo y cómo negamos nuestra fe en Jesucristo?

Base Bíblica: Mateo 26:30-35; 47-56; 69-75

Introducción:

Se ha preguntado alguna vez: Mis acciones cotidianas, ¿honran o por el contrario, hablan mal de la fe que profeso en Jesucristo? Es un cuestionamiento que deberíamos formularnos con frecuencia, en lo posible, cada día. Cuando tomamos un tiempo para evaluarnos, lo más probable es que nos sorprenda estar experimentando cada día una fe que no impacta a quienes nos rodean, y que no anima a otras personas a seguir las enseñanzas del Señor Jesús. A partir de los textos que revisaremos hoy, sin duda podremos hacer una radiografía real acerca de nuestros pensamientos y acciones, y de la forma como honran o deshonran a Jesús, nuestro Salvador.

I.- Negamos a Cristo cuando nos quedamos en la primera fase: la intención (vv.30-35)

1.- El Señor Jesús conocía el corazón de sus discípulos y sabía de antemano su grado de firmeza en la fe que profesaban (vv.30-32)

a Los momentos de crisis ponen a prueba nuestra fe en Dios

b.- Con la negación de sus discípulos, se cumplía un anuncio profético (Cp. Zacarías 13:7)

2. - Pedro como el típico cristiano de hoy se movía a partir de las emociones. Tenía la intención de permanecer firme (v.33)

3.- El Señor Jesús le advirtió a Pedro y, también a nosotros hoy, que no debía confiar en sus propias fuerzas (v. 34)

a.- Sólo podemos vencer en los momentos críticos si dependemos de Dios

b. - Sólo podemos vencer cuando buscamos a Dios en procura de fortaleza para enfrentar los momentos críticos

4. - El anuncio que hizo Pedro de permanecer firme, involucra dos elementos: Una

intención elemental animada por las emociones, el orgullo y la autosuficiencia (v. 35)

a.- Los demás discípulos compartían el mismo emocionalismo del apóstol Pedro

b.- Los demás discípulos sólo hablaban de dientes para afuera. ¿Somos también cristianos de apariencia?

II.- Negamos a Cristo cuando no unimos la intención a la decisión (vv.47-56)

1.- Nuestra fe y confianza en Dios se mide cuando llegan los períodos de crisis (vv.47-50)

a.- Como cristianos no estamos exentos de las crisis

b.- El asunto central no son las crisis, sino la forma como las enfrentamos

2.- Pedro demostró que confiaba más en sus capacidades que en la fortaleza y en el poder que provienen de Dios (v. 51; Cp. Juan 18:10)

3.- El Señor Jesús le enseñó a Pedro y a nosotros hoy, que en las crisis debemos fortalecernos en el poder del Padre, depender de Él y someternos a Su voluntad (vv.52-56 a)

a.- Pedro y los discípulos huyeron (v. 56 b)

b.- Pedro y los discípulos negaron una primera vez a Jesús

4.- Si no queremos negar a Cristo debemos tener la intención y sumarle la decisión de seguir sus pasos

III.- Negamos a Cristo cuando no unimos intención, decisión y determinación (vv.69-75)

1.- Al igual que muchos cristianos, Pedro seguía a Jesús de lejos, evitando un compromiso mayor (v. 69 a)

2.- En el momento de crisis Pedro — bien por temor o por vergüenza — , negó su condición de discípulo (vv.70-73)

3.- El mal testimonio de Pedro negó al Cristo que prometió acompañar hasta último momento (v. 74)

4.- Pedro tomó una decisión sabia, que deben asumir los cristianos que han negado a Jesús: Se arrepintió (v. 75)

Conclusión:

Todos quienes profesamos ser cristianos, estamos llamados a honrar a Jesús con nuestros pensamientos y acciones. Representan nuestra forma de hablar al mundo con hechos más que con palabras, del cristo que obra en nuestro ser. Ese es esencia nuestro testimonio de vida. Si reconoce que ha fallado hasta hoy, es tiempo de arrepentirse, prenderse de la mano del Salvador y emprender de nuevo el camino. El mundo necesita hombres y mujeres comprometidos, que reafirmen con su comportamiento lo que predican con sus labios.