Dios nos saca del pozo de la desesperación
Base Bíblica: Juan 11:1-40
“Después de decir esto, Jesús gritó: — Lázaro, sal de ahí. El hombre que había estado muerto salió. Sus manos y pies estaban todavía atados con vendas, y su cara estaba envuelta en un lienzo.” ( Juan 11: 43, 44. La Palabra de Dios para todos).
Introducción:
Cuando enfrentamos alguna dificultad, cualquiera que sea, grande o pequeña, nos orientamos en dos direcciones posibles. La primera, resolver el asunto en nuestras fuerzas. Generalmente los resultados son catastróficos y nos dejan un sabor amargo de frustración.
El segundo es depositar toda la confianza en el Padre celestial. En el caso de Marta y María, hermanas de Lázaro, buscaban al Señor Jesús en procura de que interviniera (Juan 11:3).
La respuesta del Maestro fue dar un margen de espera (versículo 4). La aparente moratoria tenía un propósito perfecto en los planes de Dios (vv.5, 6).
Igual puede ocurrir con su vida. Considera que Dios ha dilatado la respuesta a sus oraciones. Sin embargo ¡tranquilo! En lo que ocurre a su alrededor, el Señor tiene el control y se manifiesta con poder.
I.- Busque a Dios dentro y fuera de las crisis (Juan 11:1-6).-
Lo ideal es que mantengamos una íntima relación con Dios, en medio de las situaciones favorables como desfavorables. Sin embargo una inclinación generalizada es buscar al Señor cuando llegan los momentos difíciles.
1.- El Señor Jesucristo es la solución a sus problemas (Juan 11:1-3).- Marta y maría buscaron la ayuda del Señor Jesús porque constituía la única alternativa. Quizá usted está atravesando por una situación difícil y no sabe qué hacer. ¿Hay salida para el momento difícil? ¡Por supuesto que sí! Busque al Hijo de Dios. Él representa la solución a sus problemas. ¡Hoy es el día para encontrar la salida del laberinto!.
2.- Dios tiene un tiempo apropiado para obrar (Juan 11:5, 6).- Cuando encontramos una aparente demora en la respuesta de Dios a nuestras oraciones, hallamos: primero, que se prueba y fortalece nuestra fe; segundo, que logramos determinar si aquello que pedimos es lo que sola y realmente necesitamos y, tercero, aprendemos a conocer a Dios. Descubrimos una de sus características esenciales y es que Él tiene su propio tiempo para responder, diferente del nuestro. Además, es probable que en este momento— en el que usted se queja de que Dios no lo escucha— Él esté preparando las condiciones para manifestarse prodigiosamente en su vida.
II.- Quien espera en Dios, recibe la respuesta para su clamor (vv.7-14).
Hay quienes renuncian fácilmente a su empeño por considerar que dios no responde a tiempo. Pierden las bendiciones que podrían llegar a su vida si tan solo hubieran esperado en Dios. En su vida, ¿está siendo impaciente? ¿Está a punto de volver atrás? Reconsidere cualquier decisión. ¡Conviene esperar en Dios!.
1.- Dios responde al clamor de sus hijos (vv.7-9).- Ninguna de nuestras oraciones cae en saco roto cuando las elevamos delante de Dios. Es alentador pensar que Dios nos ama como sus hijos consentidos. No desmaye en el proceso de orar. ¡La respuesta de Dios se producirá en el momento oportuno!
2.- El Señor Jesucristo mira los grandes problemas como algo muy pequeño (vv.11-14).- Nuestra perspectiva de los problema es distinta de la que tiene el Señor Jesucristo. Usted y yo quizá dimensionamos las dificultades; el amado Hijo de Dios considera que se trata de obstáculos que se pueden resolver fácilmente. Por esta razón Él aseguro que “Nuestro amigo Lázaro está dormido, pero yo lo voy a despertar.” (versículo 11. La Palabra de Dios para todos).
III.- Dios se preocupa por resolver nuestros problemas (vv.28-40).
Cuando experimentamos algún problema, podemos ir al Señor con plena confianza de que nuestro amado Padre celestial no solo se preocupa por nosotros sino que además desea ayudarnos. Si lo involucramos en nuestra vida y le permitimos que ocupe el primer lugar, encontraremos una respuesta oportuna y eficaz.
1.- Dios es su amigo (vv.28-32).- El cuestionamiento que le hizo María al Señor Jesús, haciendo énfasis en su tardanza, no era otra cosa que un desconocimiento de la grandeza y del amor de Dios. Él que manifiesta su amoroso cuidado por nosotros a través del Señor Jesús, no es nuestro enemigo; Es nuestro amigo. Por esta razón estamos llamados a desarrollar confianza en Él, convencidos de que nos brindará su apoyo generoso e ilimitado.
2.- Dios está por encima de las circunstancias (vv.38-44).- Aunque llevaba varios días en el sepulcro, el Señor Jesús pidió que descubrieran a Lázaro (vv.38, 39). Les enseñó a quienes se dejaban arrastrar por las circunstancias, que el poder de Dios está por encima de las circunstancias. Su poder es ilimitado. Para Él no hay nada imposible (v.40). ¿Qué podría impedir que Dios se glorifique en su vida? Nada en absoluto. Recuerde que Dios responde en el momento oportuno.
Conclusión:
La muerte de Lázaro representó un motivo de tristeza para su familia. El panorama lucía ensombrecido. Consideraban que no había oportunidad. Sin embargo sí la había. Estaba en ese momento como lo está hoy, en Jesucristo. Es necesario ir a Él. Depositar nuestra confianza en Su infinito poder.
Publicado en: Sermones
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