El cambio comienza con una decisión nuestra

Base Escritural: Salmos 19:12, 13

Introducción:

El mayor enemigo en el proceso de cambio de todo ser humano es afincarnos en que no cometemos errores. Fruto de la soberbia, dejamos de lado un paso significativo para crecer espiritualmente: admitir nuestras fallas. El texto del salmista nos llama a ser honestos y reconocer que cometemos errores.

I.- Una actitud para cambiar: aprender a reconocer nuestros errores (v. 2 a).

1.- Delante del Señor es frecuente que no admitamos nuestras transgresiones (v. 12 a).

“¿Quién está consciente de sus propios errores?” (Nueva Versión Internacional).

2.- El proceso de cambio se inicia cuando reconocemos que fallamos delante de Dios y de los hombres (ver también Job 11:13-19).

II.- Una luz para cambiar: descubrir los errores ocultos (v.12 b).

1.- Hay errores de los que somos conscientes y de los que no somos conscientes.

2.- Si aprendemos a identificar— con ayuda de Dios— los errores, acabzamos hacia el cambio (v. 12 b).

“¡Perdóname aquellos de los que no estoy consciente!”

III.- Si Dios nos ayuda, podemos vencer el camino del pecado (v. 13).

1.- Dios nos puede librar del pecado y de cometer errores (v. 13 a)

“Libra además a tu siervo de pecar a sabiendas”

2.- Dios nos libra de que esos pecados y errores tomen fuerza en nuestra vida (v. 13 b).

“... no permitas que tales pecados me dominen. Así estaré libre de culpa y de multiplicar mis pecados”.

Conclusión:

Dios nos asiste en el proceso de cambiar. Pero es esencial que reconozcamos nuestros pecados. De lo contrario, dominados por el orgullo, es muy complejo avanzar en ese proceso. Quienes admiten sus fallas, crecen como personas y como cristianos.