El don de hablar en lenguas a la luz de las Escrituras

Base Bíblica: 1 Corintios 14:12-16

Introducción

Un error generalizado en la iglesia hoy día refiere que una vez el Señor permite que sus siervos hablen en lenguas, como un don del Espíritu Santo, hay quienes aseguran que pueden aprenderlas. ¿Dice la Biblia algo al respecto? El Estudio de hoy nos permite despejar muchos interrogantes. También podremos conocer cuáles fueron algunas de las primeras manifestaciones del hablar en lenguas en el Nuevo Testamento y qué lugar ocupan en la vida del cristiano.

I.- Los dones espirituales se manifiestan en alguien que ha tenido un encuentro personal con el Señor Jesucristo (1 Corintios 12: 1-14).

1.- El cristiano debe estar familiarizado con los dones (v. 1).

2.- Dios quien se hizo hombre en el Señor Jesús habita en nosotros por el Espíritu Santo (v. 3).

3.- Si usted aceptó al Señor Jesús como Salvador, es ahora casa del Espíritu Santo. Los dones son para su vida.

4.- No solo quien habla en lenguas puede asegurar que está sellado y lleno con el Espíritu Santo en su vida (v. 4).

5.- Dios es quien reparte a cada uno como El quiere (v. 11).

a.- Los dones deben utilizarse para edificación del cuerpo de Cristo (v. 7).

b.- La soberanía de otorgar dones conforme El quiere, explica las manifestaciones en cada uno (vv.8-10).

II.- Tres manifestaciones del hablar en lenguas

1.- La primera manifestación de hablar en lenguas, permitió testificar a personas de otros países. En esencia eran idiomas (Hechos 2:1-12).

2.- Una segunda manifestación de hablar en lenguas se produce cuando oramos (Efesios 6.18).

3.- Una tercera manifestación de hablar en lenguas es traer un mensaje a la iglesia (1 Corintios 14:5).

III.- El don de hablar en lenguas en la vida del cristiano (1 Corintios 14:5-21).

1.- El apóstol Pablo expresa su aspiración de que todos hablen en lenguas, aunque advierte la importancia de interpretar el mensaje (1 Corintios 14:5, 15, 16).

2.- El hablar en lenguas sirve de testimonio a los incrédulos (vv. 22-24).

3.- El hablar en lenguas ya había sido profetizado desde la antigüedad (v. 21).

Conclusión

Desde cuando leemos en el libro de los Hechos de los apóstoles sobre la primera manifestación del hablar en lenguas, ha sido una de las varias evidencias que se dan como fruto de los dones, de que en alguien habita el Espíritu Santo. ¿Quien no ha hablado en lenguas no tiene el Espíritu Santo? Decirlo es además de temerario, un error. Porque quien habla en lenguas manifiesta uno de los varios dones de Dios mediante su Espíritu. La esencia de todo, plantea el apóstol Pablo, es que cuando se hable públicamente en lenguas, haya quien interprete para que la iglesia de Jesucristo reciba edificación.