El mover poderoso y transformador del Espíritu Santo

Lectura Bíblica: Juan 14:15, 16; Joel 2:28-32;

Introducción:

La Presencia del Espíritu Santo en nuestras vidas produce transformación. Podemos vivirlo, sentirlo, exteriorizarlo con las lenguas que son uno de los dones visibles que trae a nuestra existencia. Todo aquél que es bautizado con el Espíritu se mueve en una dimensión especial, espiritual, de intima comunión con el Padre celestial, con ese Dios que obra en quienes disponen su corazón para Él. Conozcamos hoy lo que nos enseñan las Escrituras respecto al bautismo del Espíritu.

I. El bautismo en el Espíritu Santo nos purifica como al oro fino

1. Juan el bautista anunció que el Señor Jesús bautizaría con el Espíritu Santo (Mateo 3:11; Juan 1:33)

a. La palabra bautizo proviene del término griego baptizo o baptzo que traducido al español significa sumergirse, lavar, teñir

b. El bautismo en el Espíritu Santo no es para unos pocos solamente sino para todo aquél que cree (1 Corintios 12:13)

c. El bautismo en el Espíritu Santo significa que el creyente es purificado como el oro refinado

2. El Señor Jesús confirmó que los creyentes serían bautizados con el Espíritu Santo (Hechos 1:4, 5)

3. El Señor Jesús anunció que el Espíritu Santo estaría con nosotros para siempre (Juan 14:15, 16)

4. Las palabras del Señor Jesús confirmaron una antigua profecía (Joel 2:28-32)

a. El derramamiento del Espíritu Santo está asociado con la profecía (v. 28)

b. El derramamiento del Espíritu Santo es para todos los creyentes (v. 29)

c. El derramamiento del Espíritu Santo está asociado con las maravillas de Dios (vv. 30, 31)

d. El derramamiento del Espíritu Santo está asociado con la Salvación (v. 32)

II. El bautismo en el Espíritu Santo nos llena de Su Presencia

1. Cuando el Espíritu Santo se derrama en nuestras vidas, llena todo nuestro ser (Hechos 2:1-13; 11:15, 16)

2. Como en el caso de Cornelio, en muchos caos podría darse que alguien sea bautizado con el Espíritu Santo una vez recibe a Cristo en su corazón (Hechos 10:44-48)

3. El bautismo en el Espíritu Santo es posterior a la regeneración, que se produce cuando aceptamos al Señor Jesús en nuestro corazón (Efesios 1:13; Romanos 8:9, 10, 14)

4. El bautismo en el Espíritu Santo nos transforma y nos llena de poder (Hechos 1:8)

a. El Espíritu Santo obra en nuestras vidas y nos torna poderosos al predicar (Hechos 4:31)

b. El Espíritu Santo produce cambios en nuestro ser (Gálatas 5:22, 23)

III. El Espíritu Santo sella nuestras vidas como hijos de Dios para el día de la redención (Efesios 4:30)

1. Recibe el sello del Espíritu Santo quien cree en el Señor Jesús (Efesios 1:13, 14)

2. El sello del Espíritu Santo es una marca distintiva de los redimidos

Conclusión:

El Espíritu Santo se mueve con poder en nuestras vidas si se lo permitimos. No nos obligará jamás a nada, porque Él obra en quienes se disponen para Dios. ¿Está usted en plena comunión con el Señor y abre las puertas al obrar poderoso y transformador del Espíritu Santo? Es tiempo de formularnos esa pregunta y responderla. No es un interrogante cualquiera, puede marcar la diferencia en cada uno de nosotros. Hoy es el día de abrir las puertas del corazón al Espíritu de Dios para que nos bautice.