Enfrentando con ayuda de Dios las circunstancias adversas

Base Bíblica: Salmos 46:1-11

Introducción:

¿A qué nos referimos cuando alguien alude al Dios bombero? Esencialmente a la práctica de infinidad de personas que sólo vuelven la mirada al Señor cuando han llegado al límite de sus fuerzas y nada resulta. Es entonces cuando, agobiados por la desesperación, vuelven su mirada al Padre celestial. Y Él jamás nos deja solos. Pero si algo reclama de nosotros, es fidelidad. Si somos fieles, podemos tener la certeza de que escuchará nuestras oraciones y responderá con poder.

I. Las circunstancias no pueden llevarnos al temor y a la desesperación (vv. 1-3)

1. Es necesario preguntarnos: ¿Quién es y qué significa Dios para nosotros?

2. Es necesario reconocer tres grandes atributos de Dios, nuestro Padre (v. 1)

a. Nuestro amparo

b. Nuestra fortaleza

c. Nuestro pronto auxilio en las tribulaciones

3. Es necesario cambiar nuestra comprensión de Dios (2)

a. No permitir que nadie ni nada nos atemorice (v. 2 a)

b. No dejarnos mover por las circunstancias (v. 2b – 3)

b.1. Circunstancias físicas adversas

b.2. Circunstancias espirituales adversas

II. Si nos atrevemos a creer y a pedir, Dios cambia las circunstancias (vv. 4-7)

1. El Dios en el que hemos creído, es un Dios Todopoderoso (vv. 4- 6)

a. Escucha nuestras oraciones

b. Desde el mundo espiritual cambia nuestras circunstancias físicas

2. Dios mismo es quien pelea nuestras batallas (v. 7)

a. Dios está con nosotros

b. En Dios encontramos refugio cuando hay peligro o circunstancias adversas

III. En medio de las circunstancias difíciles es hora de volvernos a Dios (vv.8-11)

1. No imparta cuáles sean las circunstancias adversas, Dios pone paz a nuestro paso (vv.8, 9)

2. Es necesario aprender a descansar en el Señor (v. 10)

a. Estar quietos

b. Confiar en Dios

3. Con ayuda de Dios tenemos aseguradas la victoria en todas las circunstancias

Conclusión:

Generalmente y en medio de situaciones difíciles, siempre recurrimos a los amigos o a quienes consideramos, nos pueden brindar ayuda oportuna y eficaz. El problema radica cuando todo falla y las personas alrededor no resultan lo solidarias que esperábamos. Es entonces cuando descubrimos que estamos solos y que, en realidad, el único que nos puede ayudar en todas las circunstancias, es Dios. Hoy es el día para que volvamos la mirada Él y procuremos su auxilio, en la certeza de que no nos dejará solos.