¿Es usted de aquellos que niegan al Señor Jesús con sus hechos?

Base Escritural: Lucas 22:54-62

Introducción

En una campaña publicitaria, el slogan está estrechamente ligado al logo que identifica un producto. Una bebida gaseosa, por ejemplo, tiene un lema. Queda grabado en la memoria de los consumidores. Y si en algún momento, en un comercial, apareciera solamente el logo, los usuarios rápidamente lo asociarían con el slogan. Esta experiencia práctica ilustra lo que ocurre con el cristiano. Así no caminemos con la Biblia bajo el brazo, nuestras actitudes y pensamientos necesariamente reflejarán principios y valores asimilados de nuestro caminar con Jesucristo. Pero aún así, algunos hechos niegan a nuestro amado Señor.

1. Si nuestra vida no refleja la obra del Señor Jesús, lo estamos negando

a. Negamos al Señor Jesús cuando no asumimos compromisos...

“Y Pedro le seguía de lejos” (versículo 54 b.)

b. Seguirlo de lejos es vivir el cristianismo de forma superficial

c. Negamos al Señor Jesús cuando nos mezclamos con el mundo para pasar desapercibidos (versículo 55).

2. Si no vivimos comprometidos con el Señor Jesús, le negamos (v.v. 54, 55)

a. Si caminamos con el Señor, lo que decimos y hacemos testimonia que obra en nuestra existencia versículos 56, 57).

b. Si caminamos con el Señor Jesús, inconscientemente demostramos que somos creyentes.

c. Ser cristiano está en nosotros como una marca indeleble (versículos 59, 60).

3. Jesús nos llama a revisar nuestro testimonio (versículos 61, 62)

a.

¿Se ha preguntado cómo era el rostro de Jesús al mirar a Pedro?

(v. 61 a)

... Era una mirada de ternura

... Era una mirada de comprensión

b. Si hemos fallado en el testimonio, es necesario (v. 62)

... Reconocer el error

... Arrepentirnos

... Disponernos para el cambio

Conclusión

La Iglesia de cristo se fortalecerá en la tierra en la medida que el cuerpo de creyentes asuma un testimonio intachable. Hoy es el día para limpiar nuestra vida y dejar que Dios obre plenamente. Recuerde que es posible lograrlo si dejamos de depender de nuestras fuerzas y comenzamos a confiar y a depender plenamente de Dios.