Forme hijos con principios sólidos en una sociedad en crisis

Base Bíblica: Proverbios 1:8-19

Introducción:

Estamos viviendo tiempos peligros para nuestros hijos. De la mano con los peligros que les ofrece la sociedad en la que se desenvuelven, está la rebeldía de muchos de ellos. La solución es volvernos a Dios. Sólo Él puede transformar las circunstancias. No hay otro camino. La línea histórica de nuestra familia la cambiamos cuando asumimos la tarea de formar a los hijos en principios y valores.  Es una tarea en la que debemos perseverar con ayuda de Dios.

I.- ¿CUÁL ES LA RESPONSABILIDAD QUE TENEMOS LOS PADRES?

1.- Formar a los hijos en principios y valores (v. 8)

• Instruirlos
• Guiarlos
• Exhortarles

2.- Advertirles sobre las asechanzas de los pecadores (vv. 10-13)

3.- Advertirles que no se dejen arrastrar por una cultura juvenil en pecado (v. 14)

4.- Animarlos a tomar decisiones radicales (vv. 10, 15)

II.- ¿A QUÉ AMBIENTE ESPIRITUAL ESTÁN EXPUESTOS LOS HIJOS?

1.- El enemigo espiritual tiende trampas y sutiles engaños para llevar a los jóvenes, y aún a nosotros, al pecado (v. 10)

2.- El enemigo espiritual procura utilizarnos para causarle daño a los demás (vv. 11, 12)

3.- El enemigo espiritual procura despertar en nosotros la ambición y la codicia (vv. 13, 14)

4.- El enemigo espiritual tiene un fin: llevar a la juventud y a nosotros a la destrucción (v. 19 b.)

III.- ¿QUÉ DEBEN HACER LOS HIJOS?

1.- Escuchar y aplicar a su vida la enseñanza de los padres (v. 8)

2.- Asumir en su vida los principios y valores que les permitan marcar la diferencia (v. 9)

3.- No escuchar a quienes llamándose amigos, les llevan a una vida de pecado (v. 10)

4.- Apartarse del camino de los pecadores (v. 15)

5.- Reconocer que una vida de pecado lleva a la muerte (v. 18, 19)

Conclusión:

Cuando Dios gobierna el hogar, todo cambia. Las relaciones interpersonales mejoran.  En primer lugar, en el esquema conyugal, y en segundo plano, en el nivel padres-hijos.

Es cierto, no podemos cambiar el presente, pero si reconoceos que hemos descuidado la crianza de los hijos, podemos imprimir un vuelco a la situación al impartirles principios y valores que les permitan permanecer firmes en medio de las tentaciones del mundo. Es la única vía en la que podemos y debemos caminar.