Fuimos creados por Dios con una misión

Base Escritural: Marcos 6:14-29

Introducción:

Dios nos creó con una misión y un propósito que debemos cumplir durante nuestro tránsito terrenal. Es evidente que no vinimos únicamente para pasar por la vida sin pena ni gloria. Si tenemos claro este pensamiento, es esencial que reconozcamos la necesidad de ubicarnos en el centro mismo de la voluntad de Dios y nos sometamos a lo que Él quiera hacer con nosotros; convertirnos en instrumentos útiles en sus manos.

I. Todos los seres tenemos una misión qué desarrollar (vv. 14-18).

1. Aún con su muerte, Juan el Bautista cumplió un propósito (vv.14-16).

a. Murió pero esa circunstancia no frustró el propósito de Dios

b. Si estamos en el Plan de Dios, todo nos ayuda a bien (Romanos 8:28)

2. Juan el Bautista tenía clara la misión a desarrollar (Marcos 1:5-8).

a. Es importante que tengamos claridad sobre el propósito de Dios para nuestras vidas.

b. Nuestras aptitudes y actitudes deben volcarse hacia el propósito de Dios.

II. Un cristiano con una misión, testimonia de Jesucristo en su vida (vv.17-20).

1. El testimonio de Juan el Bautista impactaba a los demás (vv.19, 20).

2. Juan el Bautista tenía definidos principios en su vida (vv.17, 18).

3. Juan el Bautista se caracterizaba por ser santo y justo (v. 20).

III. El cristiano debe medir el alcance y consecuencias de sus palabras (vv.21-28).

1. Hablar sin pensar, es necedad y puerta a los problemas (vv. 21, 22)

2. Las palabras tienen su efecto, en nosotros y en los demás (v. 23).

3. Comprometernos sin medir las consecuencias, trae sorpresas desagradables (vv. 23-28).

Conclusión:

Los cristianos estamos llamados a desarrollar una misión específica e impactar al mundo con nuestro testimonio. Esto sólo se logra con una absoluta dependencia de Dios, caminando con El en obediencia. Si desarrollamos el Plan del Señor, contribuimos a la transformación del mundo que nos rodea. Y en el testimonio de los cristianos, juega un papel de trascendencia el cuidado que tengamos con lo que decimos y hacemos. Estamos llamados a ser cristianos auténticos.