La prosperidad en el plan de Dios
Base Bíblica: 1 Timoteo 6: 10; Marcos 10:24.
Introducción:
¿Qué problema hay en que un cristiano sea prosperado? En esencia, ninguno. El verdadero asunto de complejidad estriba en que haga de las riquezas su principal motivación de vida y que, alimentando esa ambición, se aleja de Dios, de su familia y de su misión conforme al plan divino.
El autor cristiano, Donald Gossett, anota lo siguiente alrededor del tema:
“La vida abundante en Cristo incluye cada esfera de la vida: la espiritual, la emocional, la mental, la social y la financiera. En Jesús tenemos provisión total y abundante para todas nuestras necesidades.”
Si somos prosperados por Dios, el camino apropiado es someter nuestros bienes materiales en Sus manos y permitir que Él nos guíe acerca de la forma como debemos invertirlos.
I.- DIOS DESEA PROSPERARNOS
1.- El eterno propósito de Dios es que prosperemos en todas las áreas de nuestra vida (3 Juan 2)
2.- El Señor Jesús expresó su misión de generar las condiciones para que seamos prosperados en todas las áreas (Juan 10: 10)
3.- Dios suple todas nuestras necesidades (Filipenses 4: 19; Salmos 34: 10)
4.- El problema no radica en tener riquezas, sino en convertir las riquezas en un ídolo (1 Timoteo 6: 10; Marcos 10: 24)
II.- DIOS TIENE LA RUTA PARA PROSPERARNOS
1.- Dios honra la generosidad de sus hijos (2 Corintios 9. 6, 7)
2.- Quien da con generosidad, recibe con generosidad (Lucas 6: 38)
3.- Una forma de honrar a Dios es aportando de nuestros ingresos para la extensión de la obra (Proverbios 3: 9, 10)
4.- En la cruz y por la obra redentora de Jesús, quedó roto todo obstáculo que nos impedía ser prosperados (2 Corintios 8: 9)
a.- Todo lo bueno proviene de Dios (2 Corintios 9. 15; Santiago 1: 5)
b.- Cada día Dios nos colma de bendiciones (Salmos 68: 19)
III.- ¿CÓMO DEBEMOS HONRAR A DIOS CUANDO PROSPERAMOS?
1.- Dios es quien tiene el poder para prosperarnos (1 Corintios 10: 26; Hageo 2: 8)
2.- Dios es quien nos provee cuanto necesitamos (Salmos 50: 10-12)
3.- Toda provisión la dispone Dios para nosotros (Juan 3: 27)
a.- Dios nos enseña el camino a seguir (Isaías 48: 17)
b.- Dios nos da el poder de hacer riquezas (Deuteronomio 8: 18)
4.- A Dios le damos parte de lo que recibimos de Sus manos (1 Crónicas 29. 12-14)
5.- Debemos disfrutar de aquello que Dios nos ha provisto (Eclesiastés 5: 19)
Conclusión:
Las bendiciones de Dios son múltiples, de carácter espiritual y material. Nos incluyen y también a nuestra familia. No es por mérito, sino por la Gracia, aquella que nos permite el perdón de pecados, una nueva vida y la eternidad a Su lado.
En ese orden de ideas, no podemos ni debemos satanizar los bienes económicos.
El autor cristiano, Donald Gossett, anota:
“Como cristianos podemos estar gozosos porque hemos recibido de Dios todo lo que necesitamos. También podemos estar gozosos porque conocemos la bendición de dar. De hecho, los cristianos más gozosos son aquellos que conocen el gozo y satisfacción que se derivan de dar con generosidad.”
Una decisión apropiada y sabia es someter nuestros bienes y aún la misma prosperidad, en manos de Dios. Él nos provee y nos enseña cómo debemos administrar los recursos.
©FernandoAlexisJiménez
Publicado en: Sermones
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