Los diez mandamientos, siguen vigentes y sin modificar
Base Bíblica: Éxodo 20
Introducción:
Millares de cristianos en todo el mundo anhelan moverse en la dimensión de las bendiciones de Dios. No obstante, quieren hacerlo a su manera. Recibir los beneficios sin pagar el precio. Tremendo equívoco. Si deseamos ser prosperados en todo, debemos volver la mirada a Dios y darle el primer lugar. Una forma de hacerlo es guardando Sus mandamientos.
Las encuestas realizadas en todo el mundo revelan que muchos de quienes profesan ser cristianos, realmente no creen que los mandamientos del Señor, proclamados en el monte Sinaí, tengan vigencia hoy.
Esa actitud y posición evidencia la razón por la cual sus vidas a nivel personal, espiritual y familiar atraviesan profundas crisis.
I.- LOS DIEZ MANDAMIENTOS SIGUEN VIGENTES EN NUESTRO TIEMPO
1.- El Señor Jesús dejó claro que no vino a abolir la Ley de Dios sino a cumplirla (Mateo 5:17-20)
2.- Somos justificados por la obra de Jesús en la cruz, no por las obras de la Ley (Romanos 3:28-31)
II.- SOLO A DIOS DEBEMOS AMAR, ADORAR Y GLORIFICAR (vv. 3-4)
Los cristianos hoy nos encontramos frente a la tentación de adorar ídolos. Hay al menos 5 que son comunes:- La riqueza
- La fama
- El placer
- El poder
- El conocimiento
1.- Revisar si estamos inmersos en la idolatría que nos lleva a negar la existencia de Dios (Salmos 14:1)
2.- Es necesario revisar nuestro corazón:
a.- El corazón del hombre por naturaleza se inclina a la maldad (Jeremías 17:9)
b.- El Señor Jesús advirtió que el corazón del hombre puede ser una fuente de maldad (Marcos 7:20-23)
c.- El corazón del hombre es contaminado por la maldad y deja aflorar lo que nace de la maldad (Mateo 23:23-26)- El corazón contaminado nos aparta de Dios.
- El corazón contaminado adora a los ídolos antes que a Dios.
4.- Dios conoce nuestros caminos y sabe si hemos caído o aún estamos involucrados en la idolatría (Proverbios 5:21; Jeremías 16:17)
III.- EL NOMBRE DE DIOS DEMANDA NUESTRA HONRA EN TODO LUGAR Y CIRCUNSTANCIA (v. 7)
1.- La Palabra de Dios advierte que no podemos tomar el Nombre de Dios en vano (v. 7; Levítico 19:12)
a.- Nuestros pensamientos determinan quiénes somos (Proverbios 23:7)
b.- Dios espera que demos cabida a pensamientos sanos, edificantes (Filipenses 4:8)
c.- Si no hay pensamientos sanos ni santos, no veneraremos el Nombre de Dios.
d.- El Nombre de Dios debe ser honrado siempre (Levítico 22:2, Isaías 57:15)
2.- Hay por lo menos tres formas de deshonrar el Nombre de Dios:
a.- Cuando utilizamos el Nombre de Dios para amparar un engaño (Santiago 5:12)
b.- Cuando no tomamos a Dios en serio (Mateo 7:24)
c.- Cuando rechazamos la ayuda de Dios por auto suficiencia.
3.- Profanar el Nombre de Dios acarrea consecuencias:
a.- Jurar en vano acarrea maldición (Zacarías 5:1-4, Deuteronomio 28:58-63)
b.- Jurar en vano acarrea juicio (Malaquías 3:5)
c.- El Señor Jesús advirtió que no debemos jurar (Mateo 5:33-37)
¿Qué hacer cuando hemos profanado el Nombre de Dios’- Arrepentirnos y confesar nuestro pecado (1 Juan 1:9)
1.- Dios creó el universo y la tierra en seis días, y el séptimo descansó. Es un principio que debemos tener en cuenta (Génesis 2:1-3)
a.- El día de reposo, es dedicado al Señor (Deuteronomio 4:40)
b.- Debemos tener en cuenta el día de reposo (recordarlo) y, además, santificarlo.
2.- Guardar el día de reposo no implica prohibiciones, sino la demostración de la preocupación que tiene Dios por nosotros. Cuida de detalles tan importantes como el tener tiempo de descanso (Éxodo 31:15-17, 34: 21; 35:21; Levítico 23:3)
a.- Dios desea que descansemos.
b.- Cuando reposamos en el día séptimo, honramos y glorificamos a Dios.
3.- Si depositamos nuestra confianza en Dios, Él provee para el día séptimo cuando no trabajamos sino que descansamos (Éxodo 16:14-31)
4.- El Señor Jesús enseñó que es Señor del día de reposo (Marcos 2:23-28)
a.- El Señor Jesús sanó en el día de reposo (Mateo 12:9-14)
b.- Los religiosos de la época daban prelación al día por encima del hombre, lo cual explicó el Señor Jesús, era un tremendo equívoco (Lucas 13:10-17)
VI.- HONRAR A PADRE Y MADRE, FUENTE DE BENDICIONES (v, 12; Deuteronomio 6:1-3)
1.- Quien no honra a sus padres y los maldice, acarrea maldición (Levítico 19:3, 20:8, 9)
2.- Quien no se sujeta a las normas establecidas por los padres, acarrea juicio (Deuteronomio 21:18-21)
3.- Honrar a los padres nos trae poderosas bendiciones (Efesios 6:1-3)
4.- Deshonrar a los padres desencadena maldiciones (Deuteronomio 27:16)
5.- ¿Cómo honramos a nuestros padres?
a.- Siendo hijos sabios y prudentes (Proverbios 15:20)
b.- Siendo hijos justos (Proverbios 23:24)
c.- Siendo hijos moralmente rectos (Proverbios 29:3)
Conclusión:
Dios desea prosperarnos y darnos lo mejor de lo mejor. Él anhela concedernos grandes bendiciones. Sin embargo, algo que pone impedimento a lo que tiene para nosotros y el entorno familiar, es que deseamos vivir a nuestra manera, sin ningún tipo de freno a los deseos que alimentamos en el corazón y que traen contaminación y maldiciones.
Si nos asiste el propósito de movernos en la dimensión de las bendiciones, es esencial que tomemos la decisión de volvernos al Señor y cumplir sus mandamientos. Es el camino. Esto por supuesto implica que revisemos cómo estamos hoy, cuáles son nuestros pensamientos y actitudes, y procedamos a imprimir cambios, aplicando principios y valores que toman como base los mandamientos.
Publicado en: Sermones
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