Los principios que rigen la vida de un vencedor

BASE ESCRITURAL: 2 Crónicas 26: 1-23

INTRODUCCIÓN:

Aquellos personajes de la Biblia que identificamos como vencedores, se movieron delante de Dios bajo la aplicación de ciertos principios que les permitieron sobreponerse a las dificultades y trascender a su generación. Se caracterizaban porque el primer lugar en todo lo que pensaban y hacían se lo ofrecían al Creador. No dependían del obra. Sus hechos constituían un verdadero ejemplo.

La sociedad reclama hombres y mujeres que reconozcan su condición de hijos de Dios y, por tanto, de vencedores. Él nos creó con las condiciones y potencialidades para sobreponernos a toda adversidad. También para ser guías de otros.

La enseñanza de hoy arroja luces sobre cuáles deben ser los principios a seguir, en nuestra condición de cristianos llamados a vencer...

I. UN VENCEDOR ES ALGUIEN QUE DEPENDE DE DIOS (versículos 4-5 a)

1. Adopta los principios trazados por Dios (versículo 4 a)

“He hizo lo recto delante de Jehová...”

2. Cada día aprende de los buenos ejemplos (versículo 4 b)

¿Qué ejemplo le damos a nuestros hijos?

¿Enseñamos principios bíblicos a nuestros hijos?

3. Busca a Dios en todos sus caminos (versículo 5 a)

“Y persistió en buscar a Dios en los tiempos de Zacarías”

Hay peligro cuando dependemos del hombre

La persistencia es importante en la búsqueda de Dios

...No fluctuar... avanza...

II. UN VENCEDOR SE MUEVE EN LAS LEYES DEL REINO DE DIOS (vv. 5 b-8)

1. Nuestros principios de vida cambiarán. De lo material a lo espiritual.

2. Quien busca a Dios, encuentra Su divino respaldo (versículo 5 b)

a. “Y en estos días...”. Lamentablemente no fue siempre...

b. Dios bendice la entrada y salida del vencedor (versículos 6, 8)

III. UN VENCEDOR SE TRAZA METAS EN LA VIDA (versículos 9-15)

1. Se fija nuevos objetivos cada vez (versículos 9-15 a)

2. No se olvida de quién le ayuda a vencer (versículo 15 b)

IV. UN VENCEDOR SE MANTIENE FIEL A DIOS (versículos 16-23)

1. No se deja embargar por el orgullo (versículo 16 a)

2. Se mantiene fiel en el lugar que Dios le colocó (versículos 16-20)

3. La decisión de volver atrás es nuestra, no es culpa de Dios (versículos 21-23)

CONCLUSIÓN:

Prepararnos para llevar una vida de vencedores, obliga para que— como lo aprendimos hoy en las Escrituras— asumamos principios que posiblemente romperán nuestros viejos esquemas. También mantener una estrecha dependencia de Él.

Adicionalmente es fundamental que tengamos definido un norte hacia dónde dirigirnos. Encontrarlo es fácil si nos volvemos a Dios de corazón. Nada lograremos si fácilmente nos dejamos vencer por la adversidad.

En todo momento— si dependemos de Él— nuestro amado Creador estará con nosotros. Esa fue la razón por la que envió a su amado Hijo Jesús para que nos redimiera y pudiéramos caminar de la mano suya.

Como podrá apreciar, no hay absolutamente nada que justifique el que siga en derrota...