Pasos sencillos y eficaces para que se produzca un milagro

Base Bíblica: Mateo 15:21-28; 6:6 *

Introducción:

¿Cuántas veces hemos pedido a Dios un milagro? Infinidad de veces, sin duda. Ocurre con nuestra salud física, con un empleo, con una necesidad a nivel familiar y el listado puede tornarse interminable. Pero, ¿cómo lograr que se produzca ese milagro?. Hay una ruta sencilla que contiene tres pasos, evidenciados en la mujer que fue a Jesús. El primer paso, reconocer nuestra insuficiencia ante la grandeza de un problema o de una enfermedad; el segundo, acudir al poder ilimitado de Dios, y el tercero, perseverar hasta que el milagro ocurra.

I.- QUIEN DESEA UN MILAGRO DA PASOS DE FE (vv. 21 22)

1.- La mujer asumió el riesgo:

“Y he aquí una mujer cananea que había salido de aquella región clamaba…” (v. 22 a)

2.- La mujer le pidió al Señor Jesús misericordia:

“…diciéndole: !Señor, Hijo de David, ten misericordia de mí! Mi hija es gravemente atormentada por un demonio.” (v. 22 b)

3.- La mujer reconoció que humanamente no había solución para su problema:

“Mi hija es gravemente atormentada por un demonio.” (v. 22 b)

4.- La mujer intercedió por su hija

5.- La mujer reconoció que el poder ilimitado del Señor Jesús podía obrar el milagro que necesitaba.

II.- QUIEN DESEA UN MILAGRO PERSEVERA (vv. 23 24)

1.- La mujer demostró firmeza de carácter: Perseveró.

2.- La mujer no se desanimó por el silencio del Señor Jesús

“Pero Jesús no le respondió palabra.” (v. 23 a)

3.- La mujer entendió, como debemos entenderlo nosotros, que el silencio de Dios y en este caso del Señor Jesús, tiene un propósito:

a.- A través del silencio, Dios nos enseña algo.

b.- A través del silencio, Dios muchas veces prueba nuestra fe.

3.- A la mujer no le preocupo la resistencia de los discípulos de Jesús:

“Entonces acercándose sus discípulos, le rogaron, diciendo: Despídela, pues da voces tras nosotros.” (v. 23 b)

III.- QUIEN DESEA UN MILAGRO ASUME LA DEPENDENCIA DE DIOS (vv.25-28)

1.- La mujer se postró ante el Señor Jesús. Reconoció su grandeza:

“Entonces ella vino y se postró ante él, diciendo: !Señor, socórreme!” (v. 25)

a.- Las victorias se alcanzan postrados ante el Señor, en clamor

b.- Arrodillarse es reconocer el poder superior de dios (Cp.- Mateo 5.8)

2.- Obtenemos un milagro cuando batallamos de rodillas, en sujeción a Dios (Mateo 6:6)

3.- Aun cuando nuestra situación sea angustiosa, Dios nos lleva siempre a la victoria (Job 8:7)

4.- La mujer perseveró una y otra vez en el clamor por su milagro, hasta tocar el corazón del hijo de Dios:

“Respondiendo él, dijo: No está bien tomar el pan de los hijos, y echarlo a los perrillos. Y ella dijo: Sí, Señor; pero aun los perrillos comen de las migajas que caen de la mesa de sus amos. Entonces respondiendo Jesús, dijo: Oh mujer, grande es tu fe; hágase contigo como quieres. Y su hija fue sanada desde aquella hora.” (vv. 27, 28)

Conclusión:

Dios se manifiesta con poder entre quienes se deciden a clamar. Los milagros ocurren entre aquellos que no se detienen; por el contrario, aun cuando a veces parezca que Dios guarda silencio, perseveran. Se deciden por ese milagro que tanto necesitan, y avanzan en esa dirección, clamando el tiempo que sea necesario. ¿Desea moverse desde hoy en la dimensión de los milagros de Dios? Entonces llegó la hora de perseverar hasta obtener aquello que parece imposible…

* Nota : En la elaboración del Sermón se utilizó la versión Reina Valera 1960