Permita que Jesucristo lo liberte de la cautividad espiritual

Base Bíblica: 1 Tesalonicenses 5:23

Introducción:

Todos los seres humanos tenemos la proclividad a permanecer cautivos del pasado. Cometimos errores, quizá más de los que quisiéramos reconocer o de los que nos acordamos. Sin embargo, cuando comenzamos a caminar con Cristo, satanás nos los recuerda para impedir nuestros avances espirituales.

¿Por qué se produce esta situación? Porque quizá se ha producido una transformación en nuestro espíritu pero no en nuestra alma.

Conozcamos por las Escrituras, qué libertad necesitamos, libertad que sólo proviene del Señor Jesús quien murió en la cruz para librarnos del pecado y de la maldición.

I.- ACEPTAR A CRISTO NO IMPLICA QUE LA PERSONA EXPERIMENTE SANIDAD INTERIOR TOTAL

1.- Hay ideas equivocadas alrededor de la conversión, que deberíamos revisar:

• Al recibir a Cristo, todo lo pasado se resuelve (2 Corintios 5:17)
• Todos los traumas del pasado quedan borrados.
• Los problemas se resuelven por sí solos.

2.- Puede que la persona haya recibido a Cristo, pero no sea totalmente libre.

• El espíritu nace de nuevo, se conecta con Dios (Proverbios 20:27)
• El alma debe ser renovada y experimentar plena transformación (Romanos 12:1, 2)

3.- Es necesario diferenciar cuerpo, alma y espíritu, que son ingredientes del ser totalmente distintos (1 Tesalonicenses 5:23; Hebreos 4:12) 4.- El Espíritu Santo confirma 2 cosas a nuestro espíritu (Romanos 8:14-16)

• Que somos hijos de Dios.
• El camino que debemos seguir.

II.- DEBEMOS ELIMINAR LAS BARRERAS QUE NOS IMPIDEN LA COMUNICACIÓN CON DIOS

1.- El espíritu está dispuesto, pero la carne es débil (Mateo 26:36-41)

Dos puntos de contacto con Dios:

• La oración.
• Los pensamientos.

2.- El alma sigue luchando contra los viejos principios de vida. ¿Qué ocurre cuando seguimos luchando con la vieja naturaleza?

• Se nos dificulta sujetarnos a Dios.
• Guardamos las heridas emocionales.
• Nos gobiernan los malos pensamientos.
• Experimentamos dificultades para una vida plena.

III.- DIOS ES EL ÚNICO QUE PUEDE TRANSFORMARNOS

1.- Dios transforma nuestro corazón (Ezequiel 36:26, 27)

2.- El proceso de transformación comienza cuando nos rendimos a Dios.

• Jesús es el libertador de quienes están cautivos.
• Jesús pagó la deuda de nuestros pecados y el enemigo no nos puede acusar del pasado.
• Jesús vino a liberar a los cautivos (Lucas 4:18)

3.- ¿De qué cautividad nos hace libres el Señor Jesús? Nos liberta de...

• La falsa culpabilidad.
• Los celos.
• Las preocupaciones.
• Los prejuicios.
• La sensación de que no agradamos a Dios.
• La amargura.
• El resentimiento.
• La inseguridad.

4.- ¿Cuál es la verdad que nos hace libres (Juan 8:32)?

• La verdad sobre nuestra salvación.
• La verdad acerca de nuestra posición.
• La verdad sobre nuestra heredad.

Conclusión:

Solamente cuando reconocemos que Jesucristo nos hizo libres, podemos experimentar una vida plena. Él murió en la cruz para anular todo lo que satanás tenía contra nosotros (Colosenses 2:14-17). Él nos permite escribir los capítulos de una nueva vida, la que nos ofrece cuando le abrimos las puertas de nuestro corazón.

La vida plena para experimentarla está frente a nosotros, pero debemos tomar la decisión. Nadie más que nosotros podemos dar esos pasos hacia la libertad plena.

Cuando somos libres, el pasado no nos ata, podemos crecer hacia nuevos niveles. Cristo  Jesús lo hizo posible en la cruz, y debemos apropiarnos de esa libertad.