Reedificamos las murallas de la familia con cimientos de perdón y amor

Base Bíblica: Nehemías 5:1-19

Introducción:

Una de las grandes sorpresas con las que se encontró Nehemías al reedificar los muros, es que a la par que avanzaban los trabajos, se presentaban problemas internos. La razón era sencilla: Se cometían injusticias.

Las familias de Jerusalén se sentían golpeadas por sus propios compatriotas. El testimonio que estaban dando no era el mejor.

Igual puede estar ocurriendo con su vida familiar. Quizá hay situaciones en las que usted debe hacer un auto examen, y además, imprimir cambios. Es cierto, en sus fuerzas no podrá lograrlo, pero sí con ayuda de Dios. Él es quien nos permite identificar en qué estamos fallando, y corregir.

I.- REEDIFICAR LAS MURALLAS DE LA FAMILIA OBLIGA IMPRIMIR CAMBIOS EN NUESTRA VIDA (vv. 1-19)

1.- Abuso de poder (con nuestro cónyuge, hijos y otras personas) (5:1-5)

2.- Debemos reaccionar frente a la injusticia y no permitirla en nuestra vida personal y familiar (v. 6; Isaías 1:10-20; 5:8-10; Amós 2:6-16)

• No actuar motivados por los impulsos (v. 7)
• Orar a Dios pidiendo sabiduría.
• Debemos cuidar nuestro testimonio (v. 9)

3.- Enseñamos a partir del ejemplo (vv. 10, 11)

• Es necesario motivar, no imponer (v. 12)

4.- Dios exaltó a Nehemías y el rey Artajerjes lo promovió a ser gobernador (v. 14)

• Estamos llamados a marcar la diferencia (vv. 15, 16)

5.- Como hijos de Dios, debemos ser justos (vv. 17-19)

II.- REEDIFICAR LAS MURALLAS DE LA FAMILIA COMPROMETE PASOS FIRMES HACIA EL PERDÓN

1.- Perdonar deudas, que es un principio de vida enseñado desde la antigüedad (Deuteronomio 15:1-6; Levítico 25:8-17)

2.- Quizá aquella persona con quien estamos cargados, no ha tenido para pagarnos.

• Debemos mirarle con los ojos de la misericordia (f. Ezequiel 18:6, 7).
• Estamos llamados para proveer a las necesidades de la familia (Cf. 1 Timoteo 5:8)

3.- Cuando perdonamos las deudas, recibimos bendiciones (Deuteronomio 15:3-6)

• Dios nos hace prósperos, no tendremos que pedir prestado.
• Podremos ayudar al necesitado (Deuteronomio 15:7-11)

4.- El perdón también debe incluir a quienes nos han ofendido (Mateo 18:21-35)

III.- REEDIFICAR LAS MURALLAS DE LA FAMILIA OBLIGA IDENTIFICAR A QUIÉNES DEBO PERDONAR

1.- Hay tres grandes interrogantes a los que debemos responder para ser libres:

• ¿Qué debo perdonar de mi cónyuge?
• ¿Qué debo perdonar de mis hijos?
• ¿Qué debo perdonar de las personas con las que interactúo diariamente?

2.- Decidirnos a perdonar nos lleva a un nuevo nivel de crecimiento (Mateo 18:21-35)

3.- Perdonar debe constituir un distintivo en nuestra vida cristiana.

Conclusión:

Cuando imprimimos cambios con nuestra familia, lo cual implica perdonar de corazón, las relaciones mejoran.

El trato conyugal y con los hijos experimentan cambios. Y, si hay heridas que hemos producido con el paso del tiempo, podremos dar pasos firmes para avanzar en el proceso de sanación con ayuda de Dios.

Recuerde que es un proceso que reviste suma importancia. No lo podemos dilatar. Con ayuda del Señor Jesucristo podemos lograrlo.