Servir en el Reino de Dios, ¿cómo debe ser?

Base Bíblica: Mateo 20:20-28; Lucas 22:24-26;

Introducción:

Quien ha tenido una experiencia personal con Jesucristo y desea servir en el Reino de Dios, debe revisar las Escrituras y conocer cuáles son las pautas que lo gobiernan.

Si alguien cree que es igual que en el mundo, donde quien tiene más inteligencia, formación académica o quizá capacidad de liderazgo es aquél que ocupa una posición de relevancia en el Reino de Dios, se equivoca.

El servicio desinteresado y comprometido es el distintivo de quienes sirven al Señor. Le invitamos a considerar lo que enseña la Palabra.

I.- Servir a Dios no debe esconder la ambición de recibir beneficios y privilegios (vv. 20, 21)

1.- Servimos a Dios para honrarlo y glorificarlo y no para pedir beneficios y privilegios egoístas (vv. 20, 21)

2.- Cuando procuramos beneficios y privilegios por servir a Dios, debemos examinar cuidadosamente nuestro corazón.

3.- Alguien cuya principal motivación cuando sirve a Dios no es la de recibir beneficios y privilegios, marca la diferencia en la sociedad y en el Reino.

II.- Servir a Dios va de la mano con la disposición de pagar el precio (vv. 22, 23)

1.- En muchas ocasiones desconocemos las verdaderas intenciones que nos asisten al servir a Dios.

2.- El Señor Jesús le enseñó a la madre de los hijos de Zebedeo, que habría un precio que pagar si querían los beneficios y privilegios (v. 22)

3.- El Dios a quien servimos define las bendiciones para cada uno (v. 23)

III.- Servir a Dios rompe con los esquemas del mundo (vv. 24, 25)

1.- Los discípulos se enojaron con los hijos de Zebedeo por sus pretensiones; igual situación enfrentaremos cuando al servir a Dios  sólo haya la motivación de recibir beneficios y privilegios (v. 24)

2.- El Señor Jesús enseña que las leyes que gobiernan el mundo no son las mismas que rigen en el Reino de Dios (v. 25)

3.- En otra escena del evangelio, el Señor Jesús zanjó una discusión entre sus discípulos sobre cuál de ellos sería el mayor en el Reino de Dios, La clave: el servicio (Lucas 22:24-26)

IV.- Servir a Dios comienza con el servicio al prójimo (vv. 26-28)

1.- El Señor Jesús enseñó que en el Reino de Dios es grande quien sirve (vv. 26, 27)

2.- El primer ejemplo de una verdadera motivación de servicio en el Reino de Dios, la encontramos en el Señor Jesús (v. 28)

3.- Estamos llamados a ser fieles a Dios, y a servirle de todo corazón (Josué 22:5)

Conclusión:

Servir a Dios está ligado al servicio al prójimo. Ese paso es fundamental. Demanda la disposición de nuestro corazón para rendirnos a Él, permitir que nos transforme y, además, nos permita entender cuáles

Si lo hacemos, si Dios gobierna nuestro ser y el anhelo de servirle nos lleva a que pensemos en el prójimo, y le sirvamos, entonces estamos en el camino apropiado.

Es tiempo de revisar nuestra vida y de aplicar cambios a nuestra concepción del verdadero servicio en el Reino de Dios.