Un liderazgo con propósito conforme a la voluntad de Dios

Base Bíblica: Números 27:12-23

Introducción:

¿Cuál es el secreto para ejercer un liderazgo eficaz y transformador? Radica en movernos en el centro mismo de la voluntad de Dios. No es conforme a nuestras fuerzas o habilidades sino en consonancia con lo que Dios desea. Es Él quien nos lleva a cumplir un propósito específico, en un tiempo determinado y con unos resultados definidos. Sobre esa base llegó la hora de revisar la forma de ejercer el liderazgo y re-enfocarnos en lo que Dios ha dispuesto de antemano, desde antes de la creación del mundo, para rendir resultados productivos en la extensión del Reino.

I.- Dios define cómo, de qué manera y hasta cuándo ejercemos el liderazgo en el Reino (vv.12-14)

1.- Como en el ministerio de Moisés, nuestro Dios define los límites y decide hasta dónde avanzamos en el ministerio y liderazgo (vv. 12, 13)

a.- Dios le permitió a Moisés ver la tierra prometida al pueblo de Israel, más no entrar en ella (v. 13)

b.- Con nosotros o sin nosotros, Dios cumple sus promesas y propósitos en el Reino

c.- Nuestra meta debe ser cumplir el propósito de Dios, aun cuando no veamos lo que logra con nuestro ministerio y liderazgo (v. 13)

2.- Avanzar o por el contrario estancarnos en el liderazgo depende de nuestra fidelidad a Dios (v. 14)

a.- La fidelidad a Dios nos lleva a experimentar victoria permanente

b.- La falta de fidelidad a Dios marca la derrota en el ministerio

II.- Dios levanta líderes que mantengan avivada la llama en la extensión de Su Reino (vv. 15-17)

1.- Moisés entendió  que era necesario pasar la posta del liderazgo a otra persona (vv.15, 16)

a.- Lo que más hiere nuestro orgullo es comprobar que somos importantes pero no indispensables en la extensión del Reino de Dios

b.- El verdadero liderazgo lo ejercemos en el poder de Dios

2.- Moisés reconoció que quien le sucedería en el ministerio, debía ser un líder conforme a la voluntad de Dios (v. 17)

a.- Que sea el primero en hacer y decirle a todos: “Hagamos” y que no se limite a decir: “Hagan”

b.- Que tenga la sabiduría para liderar a las personas

III.- Dios escoge líderes conforme a Su voluntad para la extensión del Reino (vv.18-23)

1.- Dios nos tiene escogidos desde antes de la fundación del mundo para ejercer el liderazgo en el Reino (vv.18, 19)

2.- Dios concede la autoridad para ejercer el liderazgo en el Reino (v. 20)

3.- Dios nos orienta para tomar las decisiones apropiadas y oportunas en el liderazgo (v. 21)

4.- Hasta último momento el profeta Moisés observó obediencia a Dios (vv. 22, 23)

Conclusión:

La vida y ministerio de Moisés nos arrojan luces sobre la clase de liderazgo que debemos ejercer, los pasos a seguir y el grado de compromiso que debemos observar al movernos conforme a la voluntad de Dios. No podemos seguir ejerciendo un liderazgo a nuestra manera. Si lo hacemos, los resultados puede que no sean los mejores. Es el Señor quien debe orientarnos en cada paso que demos. Hacerlo así nos garantiza la victoria en todo momento.